_ ?A que debo que vengas a molestarme ahora, detective Crownwell?_ dijo Solón sin voltear su silla.
_ Yo también estoy feliz de verte, pero he venido por asuntos más importantes que fastidiarte, asuntos de carácter más heroico-investigativos _ le respondió el Líder. Solón dejó escapar una peque?a risa antes de por fin voltear su silla para ver al héroe.
_ No me digas, es por los extra?os casos de ataques nocturnos, ?verdad? Bueno, he de admitir que si deseaba castigar a Oger′s Mouth por su cobardía y traición, pero yo no tuve nada que ver en esto, no es mi forma de hacer las cosas, pero eso ustedes ya lo saben _ una sonrisa maliciosa se dibujó en la cara del villano.
_ Si, ya sé. Sos un mugriento, pero no el tipo de mugriento que estoy buscando _ la sonrisa de Solón desapareció rápidamente y en su lugar se hizo presente una expresión de desprecio,algo más usual en él _ Vengo porque el energúmeno que está haciendo esto lo hace usando tu preciada, y de dudosa calidad, línea de pegamentos _ Solón se levantó de su silla y caminó hasta su ventanal, rezongo con enojo antes de seguir.
_ Si, maldito enfermo. Dicen que no existe la mala publicidad, pero preferiría algo diferente a esto. Antes de que lo pregunte, no, no ha habido incidentes recientes que involucren robos o extra?as compras de plasticola de los que yo esté informado _ el empresario comenzó a hacer memoria de algún caso particular que haya estado relacionado a la plasticola Stolón antes de los actuales, fue ahí que algo no muy antiguo se le vino a la mente _ Apuesto a que tu simio de combate no debe estar de buen humor con todo esto _.
_ Dirts Storm está interesado en atrapar al maleante, pero yo no diría que está más afectado de lo normal _.
_ Estoy hablando de Metal Man, imbécil _ Johan se sorprende un poco por esto. Era cierto, Metal Man había estado de más mal humor de lo normal desde su encuentro con Cookie Milker en la noche anterior, pero Crownwell no tenía idea de porque, y no le interesaba tanto como para preguntarle a él o a sus allegados como Mark o Funshine acerca del tema.
_ ?Cómo sabes…?_.
_ ?Vives debajo de las piedras? El primer ayudante de Metal Man murió tratando de detener a un ladrón que había irrumpido en la fábrica de ``Pegamentos Stolón′′ hace solo 5 a?os _.
_ Ah. Bueno, siempre es bueno aprender algo nuevo _ Solón continuó con la mirada fija en el exterior mientras hacía un gesto de desaprobación con la cabeza _ Pero bueno, si no tienes algo útil que decirme creo que mejor me voy…_.
_ Espera un momento _ el empresario volvió a dirigirle la mirada al Líder _ Es obvio que no tienes idea de como continuar con esta investigación, y solo porque no quiero que uno de mis productos se vea manchado con las acciones de un cualquiera, puedo darte un camino más…``seguro′′ por el cual continuar _ Crownwell volvió a acomodarse en su silla para escuchar a Solón _ Las escenas del crimen salieron en el periódico, tú las viste, ?no es así? ?Qué puedes decir de ellas?_ Solón no se equivocaba en su afirmación. Además de la escena de Oger′s Mouth, Johan tuvo que presenciar la oficina del jefe de Ricardo la misma noche que fue el ataque, luego de que este último lo reportara.
_ Son repugnantes _.
_ Si, así es _ el empresario comenzó a caminar alrededor de su escritorio _ Puede pensar que se trata de una trivialidad, pero esa sola observación puede decirle mucho, detective _.
= ?Por qué no habla claro el pelotudo este?= preguntó Armstrong, a lo que Crownwell, en un susurro, le indico que esperara.
_ Quien haya hecho esos ataques no buscaba cumplir algún objetivo como lo haríamos los profesionales _ no pudo contener su egolatría _ Ni tampoco buscaba la exposición mediática para dar algún estúpido mensaje. No, esto es algo más primitivo, es la expresión del intento de satisfacer deseos arcaicos. ?Lo comprende, detective?_.
_ Algo _ mentira.
_ En sus actos hay un elemento de pasión, una descarga de emociones retenidas que de otra forma no podrían ser liberadas, pero también hay odio _.
_ ?Por las víctimas? _.
_ Por sí mismo. Odio, vergüenza, sentimientos de repulsión ante la perversión cometida por él mismo, pero que no puede evitar realizar _.
_ Como un gusto culposo, un fetiche _.
_ Si, exactamente _ Solón vuelve a tomar asiento _ Ahora, si me disculpa, tengo trabajo que hacer, detective _.
Crownwell se retira del lugar, piensa a fondo y debate con sus colegas acerca de las conclusiones de Solón respecto a la naturaleza de los crímenes. Que un extra?o y salvaje fetichista fuera quien esté detrás del manto de este ser de la noche era algo que no se le había pasado por la cabeza. Sin duda es una hipótesis interesante, pero de ahí a usarla para idear una forma de atrapar al delincuente queda un largo camino.
Regresemos atrás en el tiempo, a la noche anterior. Una figura sombría trepa con dificultad por los muros de una pastelería abandonada, tal parece que a estos rubros no les va bien en Lukrania. La figura ingresa al establecimiento por una ventana falsamente tapiada y se desploma en su interior. Se queda boca arriba sobre el suelo por casi 3 minutos, acompa?ado por el sonido de la ventisca de afuera y el de su propia respiración agitada.
Luego de eso, se levanta y comienza a caminar de un lado a otro, se toma la cara con su mano enguantada mientras murmura cosas inteligibles para sí mismo. Su nerviosismo empieza a aumentar, lo que se ve reflejado en su andar, que es cada vez más veloz aún a pesar de su renguera. Sus murmullos poco a poco se van transformando en palabras, que a su vez se van transformando en gritos.
_ ?P-por…por…? ?Por qué? ??Por qué?!_ dejaba escapar como alaridos mientras se sujetaba la cabeza, clavando los dedos en la tela de su máscara y dejando escapar débiles pero audibles sollozos.
En su arranque de locura, logra ver su propia imagen reflejada en uno de los bowls metálicos usados para la masa, lo cual provoca una ruidosa arcada que hace que se encorve, apoyando las manos en el suelo. Al primer momento de recuperación, lo primero que hace es quitarse la máscara de un tirón y arrojarla a un costado con asco. Tras todo eso, se dejó caer en el frío piso.
Un reloj despertador interrumpe su letargo, aún está muy cansado, pero a su vez fue como una cuerda que lo sacó del abismo, pues en sus sue?os revive todas sus acciones pasadas como si estuvieran grabadas a fuego en su mente. Pero el mundo real tampoco es mucho mejor al de sus sue?os, todas las ma?anas debe verse a sí mismo en la guarida de aquel que acecha en busca de víctimas inocentes en las noches.
Con apuro se quita las vestiduras de Cookie Milker, realiza su rutina diaria de aseo en las piletas para lavar trastes y se coloca ropas de apariencia y simbolismo menos desagradables. Con cautela para no ser visto, sale de la vieja pastelería en dirección a su trabajo, probablemente la cosa más normal que hace y la que menos le repugna. Todo el camino es consumido por sus pensamientos. Por la culpa de ser lo que es y de no poder evitarlo. Por la culpa de haberle hecho esas cosas horribles a Oger′s Mouth, que realmente sí se merecía algo así pero no viene al caso, y al jefe de Ricardo. Por la culpa de saber que dejó una masa preparada para hacer galletas a la vuelta de su trabajo, y que en este mismo va a elegir a su próxima víctima.
Se detiene antes de cruzar la calle, traga saliva por los nervios al ver la cantidad de policías y noticieros que hay en el hotel, el mismo donde Ricardo trabaja, el mismo donde él trabaja. De seguro no vieron venir tremenda revelación.
Una sensación enorme de vergüenza parece aplastarlo con el peso de 10 elefantes, pero de algo hay que vivir, por lo que toma valor y prosigue, ignorando a los oficiales y periodistas que, recíprocamente, también lo ignoran a él. ?Quien le prestaría atención al chabon que limpia en un hotel cuando su jefe fue emplasticolado la noche anterior?.
El Cookie Milker, o más bien, quién está detrás de la máscara del Cookie Milker, trata de realizar su trabajo con normalidad como lo ha hecho siempre, pero los pisos a trapear y los muebles a lustrar ya no se sienten iguales al saber que quien los trapeó y lustro la noche anterior es el héroe del metal, y peor aún, una de las víctimas de su peor acto.
Sus incontrolables deseos lo llevaron a casi arruinar su vida aquella vez, pero en vez de eso, terminó arruinado la vida del héroe, y ahora, después de 5 largos a?os, vuelve a ceder ante sus perversos impulsos, y como si fuera obra de un destino cruel se ve obligado a enfrentar a Metal Man.
El maquinarse tanto le está dando un sue?o terrible. Su nuevas actividades nocturnas no le permiten dormir bien, pero no está dispuesto a dormirse otra vez en el trabajo, tanto para no encontrarse con Ricardo como para, con suerte, caer ante el sue?o durante la noche y no salir a realizar sus perversiones.
Pero aunque no quiere, lo niegue o lo aborrezca, cada vez que limpia una ventana considera que tan difícil sería ingresar por ella. Cada vez que ve a los huéspedes pasar analiza cual opondría menos resistencia. Cada vez que ve sus manos las imagina chorreantes del pegamento blanco, resultado de haber colocado las galletas sobre una víctima fresca. Es una pesadilla, una fantasía, y pronto una realidad.
Realiza sus labores de forma casi robótica, como si estuviera en piloto automático. El cansancio y la mente funcionando con tantos pensamientos juntos propician esto. El tiempo pasa casi sin notarlo, y le cae por sorpresa cuando se le acerca uno de los recepcionistas.
_ Fabian _ le dice su compa?ero _ Ya te podes ir _.
Curioso, la mayoría de nosotros se sentiría aliviado de ya poder volver a nuestras casa tras terminar el turno de trabajo, pero Fabian quería quedarse, ya que que aquí los invaden sus pensamientos pero no tiene acceso a las ``herramientas′′ que le permiten a estos últimos trascender a la realidad.
Camina lento de regreso a su ``casa′′, con una expresión de zombi poco agraciada, aunque eso es de lo que menos se preocupa. Ingresa con dificultad por la ventana y camina hasta las mesadas, lugar en el que tenía la masa para galletas cubierta con un bowl. Empieza a trabajarla con gran habilidad, ni siquiera observa lo que hace.
Su expresión sigue siendo la misma, con la mirada perdida en la nada y la boca entreabierta. No es hasta que termina de agregar los chips de chocolate que se da cuenta de lo que está haciendo, entonces se aleja de la bandeja despacio mientras una lágrima cae por su mejilla. Luego de todo eso, se recuesta sobre su chaqueta y se deja vencer por el sue?o.
Mucho más tarde, cuando la luna y las estrellas ya surcaban el cielo. Uno de los trabajadores del hotel terminaba su turno y se dirigía a la parada de colectivos más cercana. La noche no era tan fría como la anterior, pero no por eso era menos peligrosa. El hombre llegó hasta la parada y tomó asiento para esperar, estaba solo, no era el único que salía de trabajar a esta hora, pero si el único que debía tomar el transporte público por esta zona.
Mataba el tiempo revisando su teléfono celular, viendo redes y mensajes. Un sonido extra?o, proveniente de la oscuridad, llama su atención. Se acerca cautelosamente con la linterna de su celular, lo que sea que estaba haciendo ese ruido se asusta y huye a la calle, donde las farolas lo muestran de mejor manera. Solo era un gato.
El trabajador hotelero regresa a esperar el colectivo. La situación anterior le había dado un peque?o susto, pero al final fue solo eso, un susto, por lo que retoma su asiento y se queda tranquilo. No tenía idea que desde las alturas estaba siendo observado por una figura sujeta a la pared del edificio tras él.
Volviendo al hotel. Ricardo, como siempre, estaba realizando sus labores de conserje, pero no estaba solo esta vez.
_ On dirait que nous aurons une belle nuit ce soir _ decía una rata que observaba por la ventana, se trataba del Professor Mark.
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Ricardo no dijo nada, no solo porque no entendió lo que dijo sino porque él no es de hablar de esas cosas, pero en el fondo disfrutaba de la compa?ía de quien consideraba un amigo.
_ Mmh…_ era de los pocos sonidos que hacía, en este caso, a modo de indicativo para que Mark se moviera de la ventana para así poder limpiarla.
_ Siomara me dijo que has tenido una recaída últimamente _.
_ No querer hablar de eso ahora _ le respondió el héroe del metal, sin apartar la vista de su trabajo.
_ The silence es malo cuando se deben liberar las emociones aprisionadas en el alma, Ricardo. Recuerda que puedes contar con mi apoyo y el de tu familia en todo momento, pero es difícil ayudarte si no sabemos en qué _.
Las sabias palabras de Mark hicieron efecto en Ricardo, que de a poco comenzó a contarle que era lo que lo tenía más malhumorado de lo normal últimamente.
_ Recuerdos de hermano _ finalmente rompió su silencio _ De alguna forma siempre regresar _ agregó.
_ Tener recuerdos de los difuntos no es malo, mi amigo, lo malo es que los tuyos se asocian directly al momento traumático que significó su muerte. Ademas, Siomara ciertamente no olvida al joven Juli, pero ella no sufre igual que tú. ?A qué se debe eso? _.
Ricardo se quedo inmóvil unos segundos, dejo de pasar el trapo por el cristal de la ventana y agacho la cabeza. Mark, por su parte, se quedó expectante de la respuesta inminente.
_ Ser mi culpa _ finalmente salió de la boca del héroe.
_ Foolishness _ Mark le salió al cruce casi al instante.
_ ?Si ser!_ recalco con un tono de voz más elevado, pero lo bajó rápidamente _ Yo enviarlo solo, yo enviarlo a peligro _.
_ Chapín había demostrado ser completamente capaz de afrontar situaciones rutinarias como esas antes. It's a nonsense que te culpes a ti mismo por lo que pasó _ le se?alaba el skinwalker en forma de rata, pero Ricardo no podía aceptarlo.
_ Mmh _ con ese último sonido, la ventana de diálogo al respecto volvió a cerrarse.
El dolor por la muerte de su hermano era algo que Ricardo jamás podría dejar de sentir, y el sentimiento de culpa que tiene está muy arraigado a eso. Quizá algún día, con el apoyo de su familia y amigos, pueda superarlo, pero solo el tiempo dirá si eso es posible.
Mark vuelve a su forma humana, casi golpeándose la cabeza con el borde de un mueble al que estaba muy próximo. Pone una mano en el hombro de Ricardo.
_ Ich verstehe Ihre Gefühle, mein Freund, aber früher oder sp?ter müssen Sie in der Lage sein, sie zu überwinden. Ich m?chte nicht, dass Sie auf dunkle Pfade geführt werden, von denen es kein Zurück gibt. _ palabras sabias por parte del lingüista, ojala Ricardo las hubiera entendido.
El resto de la noche continuó de forma normal, con Ricardo trapeando pisos y Mark junto a él, buscando alguna nueva ventana para encarar la situación emocional del héroe del metal y así tratar de ayudarlo. Pero eso solo fue por unos minutos, ya que de golpe y sin previo aviso, los gritos aterrados de una mujer se escucharon provenir desde la oscuridad del exterior. Algo malo parece haber ocurrido.
Ricardo suelta sus herramientas y se apresura a bajar hasta el hall del hotel para posteriormente salir al exterior, no se quería arriesgar a mostrar sus habilidades sin ocultar su identidad otra vez. Mark se le adelantó y salió volando por la ventana. Los 2 héroes se apresuraron a llegar al punto de origen de los gritos. Mark, que había tomado la delantera, se encuentra con la mujer gritando horrorizada junto a la parada de colectivos, en esta, un hombre, el trabajador hotelero de antes, estaba pegado al techito de la misma. Las gordas gotas de plasticola caían lentamente al suelo, arrastrando alguna que otra galleta.
Mark se transforma en humano y trata de calmar a la mujer, pero ver a un pájaro convertirse en una persona la asusta aún más y sale corriendo del sitio. Al poco tiempo llega Ricardo, que no tarda en deducir quién fue el autor de tal hecho.
_ Grgrgr…Cookie Milker _ vocifera con dificultad.
El skinwalker se convierte en gato y usa a Ricardo de apoyo para trepar y saltar al techo de la parada de colectivos, ahí, haciendo uso de su visión nocturna superior a la de los humanos, observa los alrededores y finalmente lo ve.
_ Here!_ exclama tras ver al Cookie Milker agarrado a un costado de una edificación cercana. El villano, que había estado prestando atención a la escena de los 2 héroes, se asusta y se retira arrastrándose por la pared con rapidez _ Quédate aquí, ayuda a este hombre. Yo voy por то? _ dijo Mark a Ricardo, antes de levantar vuelo hacia donde estaba el maleante.
El héroe del metal ciertamente se quedó con ganas de más, quería ir tras el culpable de estos últimos sucesos, además de querer darle unos buenos golpes por traerle de forma más vivida ciertos recuerdos desagradables. Cuando estaba bajando al hombre pegado al techo, recordó algo.
_ Sangre _ dice en voz alta para sí mismo. Recordó que había causado heridas en Cookie Milker, pero por el recuerdo de su hermano muerto había olvidado decirle a los demás.
Tras bajar a la desafortunada víctima del extra?o villano, regresa al trote hasta el callejón donde peleó con él la noche anterior. Ahí estaban las manchas, resecas por el castigo de todo un día, pero siguen siendo útiles para su propósito.
Por su parte, Mark volaba entre las edificaciones siguiendo al villano. Este último se movía con gran agilidad, saltando a tejados cada vez más bajos, hasta por fin llegar al suelo, donde comenzó a correr.
El lingüista se lanzó en picada contra él, pero el villano respondió con un rápido pero certero chorro de plasticola que empapó sus alas, luego, arrojó una galleta con gran precisión, la cual acabó por derribarlo. Mark regresó a su forma humana tras golpear el suelo, se limpió los restos del pegamento y continuó su persecución a pie, pero transformado en babuino.
Cookie Milker sobrepasaba los diferentes obstáculos del camino con una destreza admirable, pero ni siquiera él podía vencer a un primate. En vista de que Mark ya estaba por alcanzarlo, el villano decidió entrar en un edificio clausurado por da?os de fuego. Sin perder tiempo, Mark lo siguió, una muy mala idea.
El lugar estaba a oscuras, la poca luz que venia del exterior era absorbida por el color negro de los objetos y la propia estructura chamuscada. Mark regresó a su forma humana para tener un punto de vista más alto. Caminaba despacio por los pasillos, escuchando atentamente todo a su alrededor, fue ahí que comenzó a oír veloces pasos acercándose.
Volteo rápidamente,pero como por arte de magia, los pasos parecieron pasar a venir desde la otra dirección. Volvió a voltear, lo mismo, y así con cada movimiento que hacía.
_ S??dng t?w xxk mā s?i cêā s??tw? h???ng rātrī…_ decía en voz baja, pero sabiendo que su enemigo seguramente estaba lo suficientemente cerca como para oírlo. Volvió a voltear con rapidez.
_ ?No me veas!_ Cookie Milker le asestó un golpe a la mandíbula que arrojó su escuálido cuerpo contra la pared _ ?Vienen por mí! ?Vienen por mí para matarme!_ el villano le arrojó un chorro de plasticola, pero Mark pudo transformarse en mosca y esquivarlo.
_ ?Cállate!_ Mark cambió de forma a la de un chimpancé y lo golpeó por la espalda, tumbándolo en el suelo sucio de hollín _ I won't kill you, but you will go to jail for your crimes _.
_ ?Por favor! Tengo un problema… _ decía de forma suplicante.
_ ?Eh?_ Mark regresó a su forma humana.
_ Yo no quería ... yo no quiero lastimar a nadie, pero… está fuera de mi control _.
_ Me cuesta mucho tomar en serio esas palabras, más aún cuando sé que vienen de alguien que acecha víctimas inocentes por las noches, y las humilla de formas aberrantes _.
_ ?Tienes que creerme! Yo trate, trate de ocultar estos deseos, pero está en mí, está arraigado dentro de mí _ se tocaba el pecho con ambas manos de forma efusiva al pronunciar esas palabras. Mark decidió dejar hablar al villano _ Hace a?os que tengo estos impulsos, estas…fantasías _.
_ ?Y por qué dejar que tomen control de tí ahora?_.
_ No lo se, un día simplemente no pude más, sentía que era más fuerte que yo. Quise salir a caminar para despejar mi mente, pero cuando me di cuenta, ya había tomado la plasticola y las galletas _.
_ ?De donde sacaste la plasticola?_.
_ Durante el tiempo que la Mano Matona tuvo el control de la ciudad, unos furrys habían chocado con un camión de ``Pegamentos Stolón′′. Trate de ignorarlo, pero no pude dejar pasar la oportunidad _ dejó escapar una extra?a mezcla de risa y sollozo, luego retomo el tema inicial _ Yo…no sé, simplemente…no sé, creí que si salía cargando eso objetos y me contenía, sería como pasar una prueba. Pensaba que podía mantener al monstruo dentro de mí. Entonces ví a esa cosa caminar lento por la calle, tan vulnerable, tan sencillo… _ Mark observaba al sujeto hablar con lástima y asco _ ``Es un monstruo, no estará mal si lo hago′′ pensé, y me encanto _.
_ But no fue suficiente _.
_ No. Quería más, mi cuerpo lo pedía, trate de contener mis impulsos, créeme que lo intente, pero se apodera de mí. Lo siento…tanto…_ rompió a llorar, humedeciendo la tela de su máscara.
_ Necesitas ayuda, come with me y…_ el lingüista le extiende una mano con buena fe, pero es rechazada.
_ No. Si voy, me entregarás a él _.
_ Nada malo te pasara, solo…_.
_ él no me va a perdonar por lo que hice. ?Me matara! ?Vas a permitirlo!_.
_ No comprendo lo que dices. ?A quien te…?_.
_ ?Me juzgas igual que los demás! ?No dejaré que lo hagas!_.
_ C?h?n k?l?ng phyāyām ch?wy khu? xyū? pord c? y?n?h??xy _.
_ ?No!_ el villano le arrojó migas de galleta a los ojos. Mark no pudo cubrirse y acabó cegado _ No pueden juzgarme. ?Nadie puede juzgarme! _ agregó, luego empujó al héroe y lo tiró al suelo antes de salir corriendo del lugar e internarse en la seguridad de la noche.
Luego de poder limpiar sus ojos, Mark intentó buscar al criminal desde las alturas, pero no tuvo suerte, le perdió el rastro y este sujeto era un maestro a la hora de ocultarse en la penumbra. Sin más que poder hacer, el lingüista regresó al hotel donde trabajaba Ricardo.
El héroe del metal se encontraba trabajando de lo más normal, ya había ayudado a la víctima del Cookie Milker y llamado a la policía. Al principio, Mark se extra?ó por esto.
_ I lost him, pero podemos…_ el conserje no mostraba interés en sus palabras _ ?Me estás escuchando?_ no hubo respuesta.
Metal Man a menudo no le daba especial atención a las cosas que pasaban a su alrededor o que le decían sus compa?eros, pero que no le bola a un caso como este era extra?o sin duda, y Mark lo sabía. No fue hasta que el turno de Ricardo terminó que todo comenzó a tener sentido.
Ricardo partió rumbo hacia su casa, mientras que Mark lo hizo en dirección al cuartel de los ángeles de Lukrania. Iba caminando, algo poco usual en él, pero lo hacía debido a que cargaba consigo una improvisada bolsa de trapo, la cual, se notaba que le estaba dando trabajo cargar.
Al llegar a la panadería abandonada, trepó hasta el techo para mover la chapa que cubría la entrada y así ingresar al lugar, no sin antes transformarse en gorila para arrojar la bolsa sobre el establecimiento. La falta de delicadeza por parte del lingüista al dejar caer la bolsa en el interior del cuartel despertó a Dirts Storm y al Líder, quienes dormían en el lugar.
_ ?Ah! ??Qué?! ??Quién…?!_ Crownwell apareció con su revólver en mano, Dirts Storm se le sumó desde atrás _ Ah, sos vos _.
_ ?Qué pasó?_ pregunto el mugroso.
Con todas sus fuerzas, Mark arrojó la bolsa de trapo sobre la mesa de reuniones, al hacerlo, esta se abrió, revelando trozos de reja metálica en su interior.
_ ?Me ves pinta de chatarrero? ?Para que nos traes esto?_ le preguntaba Johan.
= Capaz es medio avestruz y le gustan los fierros por su brillo =.
= Véalo un poco mejor, se?or Crownwell, parecen estar manchados con algo = el Líder hizo caso a la petición.
_ Sangre _ concluyó.
_ De aquel que vaga en la oscuridad, cortesía de Metal Man _.
_ ?Quien?_ le preguntó Johan.
_ Se refiere a Cookie Milker _ le aclaró Brian.
_ Ah, ese _.
_ Volvió a atacar esta noche, a un worker del hotel Regular view _ les comentó el lingüista, siempre con ese porte elegante que lo caracterizaba.
_ Ese hotel otra vez…, debe haber alguna relación. En fin, gracias por traer esto, el nerd lo analizara en la ma?ana. Por cierto, intenta hacer estas cosas en mejores horarios, ?si? La justicia jamás duerme, pero yo si _ Johan se retiró a su habitación nuevamente.
El misterio tras la identidad de este enfermizo habitante de la oscuridad estaba a punto de ser desvelado por los ángeles, pero hablando del diablo…
Lejos de ahí, gritos ahogados y sollozos de ira resonaban en las sombras. Cookie Milker golpeaba las paredes y arrojaba al suelo sus utensilios de pastelería.
_ ?Ahhh!_ exclamó antes de quitarse su máscara con rapidez y arrojarla lejos.
La misma terminó sobre una vieja chimenea para los hornos, alzándose como el rostro de un espectro saliendo de entre las sombras. Fabian retrocedió hasta tropezar y caer sentado. Continuó arrastrándose hasta la pared contraria, aquí se acurrucó en posición fetal, cubriendo sus ojos y susurrando cosas.
_ Basta…basta…basta…_ las lágrimas comenzaron a filtrarse entre sus dedos. Sus músculos comenzaron a tensarse a medida que su llanto cesaba _ ?Basta!_.
Fabian comenzó a pararse lentamente, su miedo y tristeza desaparecen a la vez que la furia los reemplazaba.
_ ?Tú!_ apuntaba su dedo tembloroso hacia la máscara _ ?Crees que puedes consumirme? No eres nada. ?Nada!_ comenzó a reír histéricamente, pero luego volvió a ver hacia la máscara con una expresión de aflicción _ No…_.
Fabian trató de trepar la chimenea inútilmente, después apiló un par de cosas de por ahí y consiguió su objetivo. Recuperó la máscara de la polvorienta superficie, la sujetó fuertemente con ambas manos, lo cual provocó que cayera al suelo. Se retorcía de dolor por el golpe, pero no soltó la máscara en ningún momento.
Empezó a murmurar cosas otra vez, solo que esta vez eran en un tono más ameno. Estaba pidiendo perdón, le pedía perdón a la máscara. Perdón por haberla insultado y por no valorarla. Perdón por no apreciar que ella era la única cosa que le permitía ser como era sin temor a los dedos acusadores de los demás. Ella lo protegía, y jamás le haría da?o, no como los héroes, que buscaban hacerle da?o por su condición, al igual que el gobierno hace ya varios a?os.
En ese desvarío provocado por el sue?o y su creciente locura, Fabian contempló a Cookie Milker, no como el monstruo que trata de esconder en su interior, sino como la forma de satisfacer sus impulsos más retorcidos con seguridad, sin temor a la opinión pública. ?Por qué debía ocultar lo que era? ?Puede algo que te hace feliz ser malo? Estas y otras dudas atravesaron su mente revuelta de manera tan fugaz como potente, y se desvanecieron, al igual que el resto de sus pensamientos, cuando su cansado y dolorido cuerpo cedió ante el voraz sue?o que hace horas lo venía consumiendo de forma silenciosa.